Dicho proyecto, cuyo valor total fue de 50 Mio.€, tenía clara la intención de satisfacer cada una de las necesidades individuales de sus futuros dueños.
Un meticuloso diseño y una cuidada planificación, cuyos responsables fueron el arquitecto Melvin Villarroel Roldán y su equipo, completaron una visión que pronto se construiría.
Todo ello causó una magnífica impresión a un grupo de inversores que adquirió el terreno junto con los planos del proyecto.